[dropcap]U[/dropcap]no de nuestros grandes aliados durante el verano es, sin ninguna duda, el toldo. Nos protege de los calurosos rayos del sol para que podamos disfrutar de nuestra terraza o para que nuestras habitaciones no se conviertas en verdaderos hornos. Sin embargo, es uno de los elementos del hogar que más se ensucia y es muy importante, para que pueda durarnos muchos años, su mantenimiento. Si, hay que limpiarlos de vez en cuando.

Comenzaremos aconsejando que NO dejéis la limpieza de un verano al siguiente. Si lo hacemos, no será raro encontrarnos con sorpresas no muy agradables cuando más lo necesitemos.

Lo más prudente, según el tipo de toldo del que se trate, sería dejar en mano de alguna empresa especializada este tipo de labor, sobre todo en toldos de pisos altos donde la limpieza puede resultar peligrosa. Alfombralimpia realiza la limpieza de toldos, carpas y lonas sin desmontaje.

Sin embargo, si queréis realizarlo vosotros mismos, os proporcionamos algunas técnicas caseras que pueden ayudaros en el proceso de limpieza

Si el toldo que se va a limpiar está realizado un material plástico, podríamos usar agua con jabón para su limpieza. Si la superficie a limpiar es grande y seguramente no será siempre fácil de acceder, lo mejor es utilizar una escoba mojada en el agua con jabón. Incluso podemos usar una manguera con agua a presión, aunque esta técnica solo es aconsejable para viviendas unifamiliares o toldos en grandes terrazas. Antes de recoger el toldo, dejar secar.

Si lo que queremos limpiar es un toldo de lona, podemos realizar la limpieza habitual con el aspirador para retirar el polvo y la tierra que se va acumulando. Sin embargo, si el toldo ya tiene manchas, el aspirado no es suficiente por lo que utilizaremos agua jabonosa o agua con amoníaco, y así,  con la ayuda de un cepillo de cedra dura, restregaremos suavemente hasta quitar la mancha sin dañar la tela. Después, dejaremos que se seque completamente antes de volver a guardar el toldo.

RECUERDA en todo momento lo poco amigos que son el agua y los toldos, sobre todos los toldos de lona. Siempre que  comience a llover debemos recogerlo inmediatamente y, cuando la lluvia cese, procederemos a volver a extenderlo para que se seque por completo. Este punto es muy importante, porque si guardamos un toldo húmedo pueden aparecer manchas de moho que son prácticamente imposibles de limpiar.